jueves, 25 de febrero de 2010

CELEBRA LA VIDA

Desde vínculos queremos ofreceros esta canción. Porque en ocasiones tenemos la vida en nuestras manos y no apreciamos su valor, porque los problemas nos confunden, la rutina nos atrapa, etc. Empecemos a cambiar nuestro discurso y comencemos a contarnos la vida de una manera más positiva, ¡Celebremos la vida!

martes, 23 de febrero de 2010

Cuando llega el primer hijo


Las personas que pasan de la relación de pareja a la paternidad coinciden que cuando los hijos vienen todo cambia. Esto hace poquito pude comprobarlo de cerca, pues una amiga tuvo su primer hijo “Pablo”. Su marido Alberto, nos comentaba como sus valores habían cambiado, siendo ahora lo primordial en su vida su mujer y su hijo. “Vivo para ellos, hasta los hecho de menos cuando no estoy a su lado”. Por su parte a mi amiga Pilar se la veía también radiante y feliz, comentaba que todo es más fácil de lo que parece, “la maternidad es algo instintivo, te sale sola”.

Este momento como vemos cambia la vida de la pareja. Antes vivían para ellos y ahora viven para un tercero. Es una nueva forma de estar juntos, ya que estar junto a los hijos no es estar separados sino es estar juntos de otra forma. Como vemos la paternidad parece poseer un poder extraordinario para hacer que los padres crezcan para unirlos como pareja y desarrollar la relación. Siendo así el hijo representará siempre el vínculo entre sus padres.

Sin embargo no obviemos que la llegada de esta una nueva figura en la familia, va a implicar una serie de cambios a los cuales los cónyuges tienen que adaptarse y acomodarse previamente. Algo esencial que tiene que comprender la pareja a la hora de plantearse tener un hijo es que la paternidad y la maternidad, son opciones libres propias de un amor confirmado (en la gran mayoría de las ocasiones); “todos podemos escoger si queremos ser padres”, sin embargo no escogemos ser hijos.

Los cambios que se producen pues en la familia, van a influir propiamente sobre su estructura, de ser dos (pareja) pasan a tres (trío) y a su vez un cambio cualitativo importante pasar de pareja a padres. Así nos lo comenta Paulino Castells “Se producen dos nacimientos en la familia. El ser que acaba de nacer necesita que la pareja conyugal le haga un sitio, y a la vez hay que encontrar un nuevo lugar para la pareja parental que también acaba de nacer”.

Pues bien ¿Cómo influye en la pareja el nacimiento del primer hijo?.Desde que la mujer confirma que esta embarazada, ya todo entre la pareja va a ir cambiando, sin embargo éstos van a contar con un tiempo de espera natural, para recibir a su bebe. Este tiempo de espera, va a ser el idóneo para que ambos puedan valerse de él y asumir interiormente el significado de “ser padres” y cómo influirá sobre su relación de pareja. Es esencial el aprovechamiento de este tiempo ya que dejarlo pasar, dejarlo en manos de terceros o propiamente al azar significaría que las bases para la nueva familia no quedarían fijadas solidamente. Si es significativo que los padres preparan lo más material para la llegada de su primer hijo: una habitación, la ropa, que nombre le pondrán, etc. Cuanto mayor que la propia pareja se prepare para ello dialogando y acompañándose mutuamente desde el embarazo al parto, la visitas al ginecólogo, las clases de preparación al parto, etc. Es comprensible que sean ambos los que se impliquen, ya que se trata de una nueva familia que están fundando. Puedo ocurrir que en esto casos las familias de uno y otro respectivamente (familias de origen) quieren implicarse demasiado de manera que si en este punto la pareja no han dialogado juntos y puestos los limites necesarios a sus familias de origen, las intromisiones pueden resultar muy variadas pudiendo alterar la propia relación de pareja y de ahí influir sobre su misión como padres, tanto que a veces ante fuertes crisis la pareja decide separarse por este motivo.

Por otro lado esa espera del hijo permite que la vivencia de la maternidad y paternidad sean vividas de distinta forma: la madre va tener un íntimo contacto con su bebe durante todo el embarazo sin embargo el padre no va tener esa vivencia tan directa hasta que su hijo no pueda verlo. Aunque previamente se iniciará en la percepción de la realidad del hijo entorno a los 4-5 meses de gestación, cuando lo vea a través de monitor de la ecografía, y así mismo cuando su mujer le avise para que ponga delicadamente su mano sobre su vientre y perciba los movimientos fetales.

Una vez que el embarazo ha discurrido con normalidad y se produce el momento del parto o alumbramiento, los padres pueden contemplar a su hijo, sobre el que habían ya fantaseado previamente. Esas fantasías y sueños poco apoco tendrán que irlas elaborando los padres ya que la aceptación total del hijo se basa en la gratuidad, y no valerse de él en ningún momento, ya que así por ejemplo el bebé no es una forma de “salvar” nunca una relación poco sólida. Al considerar al hijo no como una propiedad y si como un don se obviaran muchas rivalidades ente ambos cónyuges, ya que el marido irá comprendiendo que aunque puede sentirse desplazado durante los primeros meses el amor de su esposa ahora se encuentra dividido entre él y el hijo, de esta manera la madre se manejara con menos angustia y ansiedad al no poder compatibilizar ambos amores con la misma intensidad y estará más relajada durante la lactancia materna (muy recomendada por los pediatras).

Por todo ello si de algo estamos seguros es que la llegada de un hijo supone importantes cambios de hábitos en el matrimonio. Sin embargo lo que para muchos puede ser recibido como “explosión de alegría y felicidad” para otros representa una influencia negativa para la propia pareja, entorpeciendo o llevando a la ruptura su relación. Sino se esta atento a esto y saber que estas dificultades añadidas se pueden dar y a veces prevenir podría significar que la decisión libre de la pareja de afrontar una maternidad y paternidad juntos se ha truncado. Por todo ello la experiencia aconseja que los progenitores deben estar preparados para superar todos estos inconvenientes y futuros problemas asociados a la llegada de este nuevo ser a la familia.
Solo así podrán darse cuenta como los hijos posibilitan que la relación de pareja suponga ocasión de crecimiento.

Mª Del Carmen González Riva´s
psicóloga

jueves, 18 de febrero de 2010

Violencia y falta de autoridad


Os ofrecemos un articulo que no deja de tener actualidad en nuestros días, por parte de uno de nuestros colaboradores que muestra su intéres por la educación escolar y familiar.
Antonio Béjar. Maestro. Licenciado en Ciencias de la Educación


A diario recibimos noticias sobre agresiones a profesores y entre alumnos. Merecen unas reflexiones en esta sección los actos violentos en centros educativos y fuera de ellos.
No podemos hablar de una generalización de estas conductas pero sí de un incremento. En los centros de Educación Primaria la violencia suele estar controlada, pero no por ello deja de ser traumática para los profesores que la sufren. En los niveles de Educación Secundaria -de once a dieciocho años- adquiere mayor relevancia.
La agresividad es el conducto por el que se produce el escape del sujeto agresor. En ella pone de manifiesto sus frustraciones, su estrés, su incertidumbre en el futuro y su falta de seguridad en sí mismo. El estrés está tomando tanta presencia en nuestra sociedad occidental que ya no se libran de él ni los más jóvenes. Incluso los niños de corta edad empiezan ya a ser sufridores de este mal. Todo un problema.

El colegio, reflejo social
La institución escolar es en general un fiel reflejo de la sociedad. De nada vale echar las culpas a los demás sobre esta situación que padecemos. Todos, padres, profesores y ciudadanos en general tenemos que ser realistas. El problema de la violencia es algo que va anejo a estos tiempos y tenemos la obligación de afrontarlo entre TODOS y a ser posible, que lo debe ser, de buscarle soluciones.
Pero no es el de la violencia el único problema que afecta a la sociedad en estos momentos. Junto a él nos encontramos con otro que también está ejerciendo mucha influencia, especialmente en el campo educativo, el de la falta de autoridad. Todos nos quejamos de la situación.
Si de la violencia decimos que tiene difícil solución, la falta de autoridad está ocasionando un enorme deterioro en la institución familiar y también en la educativa. Bien entendido que cuando me refiero a la autoridad lo hago bajo la consideración positiva del término, circunstancia necesaria para que cada uno pueda hacer su trabajo sin interferencias.
La falta de autoridad da lugar a actuaciones próximas al abuso y éste nunca es un buen compañero. La colaboración en las tareas familiares escasea, los hijos suelen excederse en las salidas nocturnas y especialmente en el regreso, los gastos y el consumismo aumentan de una manera notoria. En los centros educativos también se echa en falta esa autoridad con responsabilidad para que el proceso educativo no sufra girones y la actividad académica se desenvuelva con aprovechamiento.
Los docentes cada vez se quejan más del tiempo que se pierde en conseguir un ambiente propicio para desarrollar la actividad diaria en el aula. El problema es muy serio y aquí sí que es necesaria una verdadera colaboración profesores-familias. Por separado poca cosa se puede conseguir.
Es cierto que hay alumnos que no estudian porque no les interesa lo que se les ofrece. Ése es el inconveniente principal de la obligatoriedad hasta los dieciséis años. Pero ello no es óbice para que esas minorías de estudiantes impidan un normal funcionamiento de los centros educativos e impidan que los alumnos que quieren estudiar puedan aprovechar todas las oportunidades que el sistema educativo les ofrece, que son muchas.

¿El tiempo soluciona?
Y ante esta situación ¿qué hacer? Ésa es la cuestión. Hay quienes consideran que ésta es una situación pasajera y que el tiempo se encargará de ir suavizando poco a poco. Son los que podíamos llamar optimistas. Otros en cambio piensan que no hay otra solución que afrontar el problema con verdad y con ganas de solucionarlo de una vez para siempre. Son los que podríamos llamar radicales. Posiblemente, como en tantas otras ocasiones, en el justo medio esté la solución. Ni pasar olímpicamente de todo, ni violentar la situación yendo contracorriente. Sería solucionar un problema creando otro, posiblemente de mayor calibre.
Pensemos que a veces estamos exigiendo a nuestros niños y jóvenes normas que para los adultos son elementales por conocidas y practicadas, pero que ellos -jóvenes y niños- desconocen totalmente. Por ello en primer lugar deberíamos cerciorarnos de que conocen esas normas que nosotros queremos que apliquen. Una vez comprobado que las conocen debidamente, exigir su cumplimiento, razonadamente pero con continuidad. Todo menos seguir permitiendo que la violencia, la agresividad y la falta de autoridad tenga tanta presencia en el centro escolar y en la propia casa. La tarea no es nada fácil pero desde luego hay que ponerse manos a la obra, y ese ya es otro cantar. Esperar que "otros" vengan a solucionar este problema es no vivir en la realidad actual. Ánimo y suerte.

Antonio Béjar
Maestro. Licenciado en Ciencias de la Educación
bejai72@hotmail.com

El Foro de la Familia pide medidas de política familiar para resolver la crisis demográfica

Foro Español de la Familia, 16 de febrero 2010.



En un momento en que el Gobierno de España ha abierto el debate sobre la viabilidad a largo plazo del sistema público de pensiones con propuestas que generan amplia preocupación, conviene recordar que la mejor garantía de viabilidad indefinida de las pensiones es que España se recupere de la terrible crisis demográfica por la que viene pasando hace años.

En este sentido, el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, recuerda que “si España tuviese una tasa de natalidad que superase el nivel del recambio generacional, el sistema de pensiones estaría saneado a largo plazo. Parece por ello razonable plantear en el seno de este debate que se pongan en marcha en España políticas activas de apoyo a la familia y a la natalidad”.
Además, Benigno Blanco señala que “otros países europeos como Francia, Alemania o Gran Bretaña están caminando ya en esta línea pues son muy conscientes de que la existencia de familias sólidas garantizan beneficios sociales muy relevantes ahorrando al Estado las ingentes cantidades que todos los países europeos están gastando en suplir a la familia cuando ésta fracasa. El fracaso de la familia se nota en nuestro entorno en el empobrecimiento femenino, niños que carecen del ambiente idóneo para su desarrollo y educación, personas dependientes que quedan a cargo de las administraciones públicas ante la ausencia de una familia que las acoja y ruptura del equilibrio demográfico entre generaciones que hace tambalear los pilares del Estado de Bienestar basado -como sucede en el caso de las pensiones- en la solidaridad intergeneracional”.
“Es ya abrumadora –prosigue el presidente del Foro de la Familia- la literatura sociológica, jurídica y psicológica que acredita que la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer abierto a la vida y estable en el tiempo es la solución más sostenible para gran parte de los problemas sociales de nuestra época, también para la viabilidad del sistema público de pensiones”.
El Foro de la Familia pide a los responsables políticos una ley de protección a la familia y a la natalidad que introduzca en España las mejores prácticas de los países del entorno europeo en la materia. En este sentido el Foro recuerda que en las últimas elecciones generales hizo público un documento programático de 50 medidas de política familiar dirigido a los partidos políticos en el cual entre otras se contemplaban las siguientes propuestas.

jueves, 11 de febrero de 2010

Jornada sobre el XX aniversario de la Convención de los Derechos del Niño

Con el título de "Una mirada hacia el futuro" The Family Watch (Instituto internacional de estudios sobre la Familia" celebró en Madrid el 6 Febrero una jornada que celebraba el XX aniversario de la convención de los Derechos del Niño.

Con esta Jornada, el Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia - The Family Watch se ha propuesto reflexionar sobre la situación del menor en nuestro país, sus problemas y las posibles soluciones, a la luz de la Convención y su puesta en práctica durante estos años, en unión de juristas, sociólogos, educadores y, en general, a todos aquellos interesados en la familia, la infancia y la juventud.

Una de las ponencias sobre La televisión y su audiencia infantil, fue llevada acabo por: Elena Sánchez. Defensora del Espectador, Oyente y Usuario de Medios Interactivos RTVE.


martes, 9 de febrero de 2010

Mi nieto está muy consentido




Cuando los hijos se casan comienzan a formar una nueva familia. Y es muy difícil compatibilizar esta con la de cada cual, el tipo de relación que la pareja quiere tener con sus respectivas familias de origen es un tema del que no se suele hablar de manera explícita, con lo cual si surgen dificultades de las cuales no se han hablado previamente por los miembros de la pareja, es fácil que vuelvan a surgir ante la llegada de sus hijos: los nietos.
La situación que nos plantea esta abuela va en esta línea. Más allá de que nuestro nieto sea consentido, hijo único, le den todos sus caprichos, etc. El motivo principal son las pequeñas rivalidades con la familia del otro cónyuge: la familia política. Y es que es fácil caer en estas rivalidades porque como padres no hemos aprendido a “distanciarnos” de nuestros hijos y en ocasiones nos creemos con autoridad suficiente para tomar decisiones que competen a la pareja. Cuando esto se mantiene en el tiempo, y uno no da su brazo a torcer, aparecen los celos, críticas dirigidas hacia la familia del otro cónyuge, etc.
¿Cómo podemos manejar todo esto? Ante todo por supuesto tenemos que saber que puesto ocupamos y actuar conforme a él. A fin de evitar los conflictos con la familia política, se recomienda que cada uno ocupe el lugar que le corresponde, sin invadir la vida de los demás con opiniones o consejos no solicitados. "Si somos suegros, tenemos que abstenernos de intervenir en las decisiones de la pareja, sobre todo en lo que respecta a la crianza de los hijos". Y es que ésta se sitúa como una de las causas más frecuentes de la ruptura de un matrimonio
Tenemos que reconocer que somos padres de nuestros hijos, que los apoyamos que les ayudamos, pero que nuestra relación no puede ser la misma con la parte contraria a pesar de las múltiples afinidades que se puedan dar. Ante cualquier sugerencia o comentario es primordial que se lo hagamos partícipe a nuestros hijos e intentar no descalificar al otro cónyuge por cualquier tema que sea, a pesar de que nos duela ver cosas que nos gusten de él o de ella.
Por todo esto creo que la idea que pretendo aportarle es clara: deje que su nuera y su hijo sean los que deciden cómo educar a su nieto. Claro está que es importante que pueda opinar, hablar y comunicar que puede usted hacer por su nieto, creo que esto es lo mejor y olvidarse de descalificar a su nuera, pensando que es la mujer de su hijo y él la ha elegido porque la quiere cómo es. Es necesario que de vez en cuando pueda alabar o decir algo positivo sobre ella en vez de quedarse estancada sobre la negatividad pues esto solo creara poca receptividad por su parte.
En lo que respecta a los otros abuelos, los abuelos maternos, uno no puede competir por el cariño de una persona, cada uno ofrece lo que tiene, porque lo que ofrece es reflejo de lo qué es. Aparentar ser algo que no se es solo trae continua frustración. Por lo tanto déjese querer por su nieto y déle el cariño que siente por él que es el mejor regalo que le puede ofrecer.


Para mejorar las relaciones con la Familia política
1. Alcanzar acuerdos. Algunas parejas van alcanzando los acuerdos de manera implícita y, sin apenas darse cuenta, van organizando las relaciones con sus respectivas familias. Pero, en otras ocasiones (de malestar o tensiones), es necesario establecer normas explícitas con las que ambos miembros se sientan conformes. Para que dichos acuerdos sean sólidos, válidos y armoniosos para la pareja, es necesario negociar qué tipo de relaciones se quieren establecer con ambas familias, la propia y la política.
2. Tratar de no sobrevalorar a la propia familia ni infravalorar a la del otro. Valorar humanamente a los padres, reconocer sus aspectos positivos y sus limitaciones permitirá tomarlos como modelos en aquellos factores satisfactorios y desechar los que no se deseen. Conviene que la pareja haga este ejercicio de elección con flexibilidad, es decir, reconociendo, junto al otro, los aspectos positivos y negativos de cada familia. Esta puesta en común también facilitará que aumente la complicidad de la pareja.

3. No comparar las familias; ninguna es mejor que la otra. Intentar comprender y respetar las costumbres, educación y estilo de vida de tu familia política indica respeto por las raíces de cada cual.
4. Poner límites. Una vez que la pareja haya acordado el tipo de relación que desea establecer con sus familias, será necesario aclarar a los padres y suegros hasta qué punto pueden participar en los temas de la pareja. Conviene que cada miembro hable con su familia de origen y aclare que la pareja valora su opinión pero que hay temas en los que no deben ni desean que se involucren.
5. Evitar discusiones con la familia política. Si alguna actitud de tu familia política te molesta o incomoda, habla con tu pareja antes de crear un conflicto. Procura que sea el otro quien trate de comunicar a su familia la necesidad de que cambien determinadas actitudes o comportamientos con respecto a ti. De este modo no generarás tensiones innecesarias.

6. Respetar la relación de la otra persona con su propia familia. Si no es posible una relación armoniosa, al menos intenta conceder al otro la libertad para que organice la relación que desea tener con su familia.

Mª Del Carmen González Rivas
Psicóloga

lunes, 8 de febrero de 2010

Abuelos “canguro”, pero no esclavos





Jaime V. Echagüe - La Razón 7 de febrero 2010.

07-02-2010

Pagan hipotecas, cuidan de los niños y, a veces, hasta los educan, pero en ocasiones se abusa de ellos.

Aunque es ahora cuando los vemos en las salidas de los colegios colgados de una mochila, o en los parques tirando de un “cochecito”, el fenómeno de los “abuelos canguro” se remonta al origen de nuestra especie. El estudio “La generación de la transición: entre el trabajo y la jubilación”, del Servicio de Estudios de La Caixa, revelaba que hace miles de años un modelo familiar básico “incluía no sólo a un padre y una madre, que se ocupaban de la crianza de los hijos; también había una abuela, la madre de la madre, que la ayudaría en la tarea”. Poco hemos cambiado.

Los abuelos. Lo que ellos no tuvieron cuando eran jóvenes, lo ofrecen ahora en su vejez. No sólo hablamos de “canguros”. Ejercen de enfermeros, cuidadores y educadores de sus nietos. Posibilitan que muchas madres se puedan incorporar al mercado laboral. En un divorcio o separación, aportan estabilidad familiar e incluso son padres “sustitutos”. Y si tienen que rascarse el bolsillo y dejarse parte de su escasa pensión en la hipoteca de sus hijos, lo hacen. Muchos hogares funcionan mejor gracias a ellos. Y en tiempos de crisis, estos gestos cobran mayor trascendencia.
“Realizan una labor social”, comenta a este diario Javier García, director de la ONG Mensajeros de la Paz. “A nivel de ayuda económica, anímica, logística, cuidado de los niños... los que más ayudan son ellos”, añade. Y es que, “para las Administraciones es muy cómodo que existan los abuelos. Se lo dan todo hecho”. Un dato significativo: según el Imserso, sólo en el concepto de guarderías, los abuelos pueden suponer un ahorro de 400 millones al año.
Según la encuesta elaborada en 2009 por la Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz, el 79,14% de los hogares afirmaba que la crisis había provocado un aumento de la solidaridad familiar. En un 49%, este apoyo viene de los abuelos hacia los hijos y los nietos, mientras que en un 33% es al revés. En otro 49%, la ayuda es no material –doméstica y afectiva– en un 29%, económica, y en un 22%, ambas. Y en cuanto a la ayuda material, la principal es llegar a fin de mes en un 34,93% de los casos.
Ahora bien, no hay que abusar. Y desgraciadamente, muchos padres lo hacen. “Hay que prevenir el síndrome de la “abuela esclava”“, afirma la gerontóloga María Dolores Ortiz. Dicho síndrome se refiere a la abuela, y no al abuelo, porque son ellas –especialmente las maternas– las más solicitadas en las labores de crianza –cambiarles, darles la medicina, etc.– mientras que ellos “se ocupan de tareas más accesorias”, como llevarlos al colegio.
El estrés y el agotamiento, vinculados a toda la responsabilidad que acarrea la carga, son los principales síntomas del síndrome. “No lo van expresar, pero su organismo puede dar señales de alarma”, afirma Ortiz, que añade: “Las fuerzas son menores según se cumplen años y hemos de ser conscientes, tratar de que los abuelos sigan teniendo sus viajes, descansos, vacaciones, contactos con amigos...”.
Así, los abuelos “tienen el derecho a decir que no, al igual que a decir que sí. No podemos esclavizarlos. Los mayores nos aportan un beneficio social incalculable”.

jueves, 4 de febrero de 2010

El presidente de la Junta de Extremadura se reune con jóvenes empresarios extremeños





El presidente de la Junta de Extremadura D. Guillermo Fernández Vara se reunió esta semana en una comida coloquio con jóvenes empresarios extremeños en Mérida. Entre los cuales asistió nuestro Centro Vínculos, en su representación Mª Carmen González Rivás, psicóloga.
Durante este pequeño encuentro los jóvenes pudieron presentar sus empresas y proyectos al presidente de la Junta de Extremadura. Todo fue en ambiente distendio donde D. Guillermo Fernandez Vara mostró sus interés y su cercanía en todo momento.
Por otro lado los jóvenes alli reunidos compartieron sus experiencias en el campo empresarial.


miércoles, 3 de febrero de 2010

La aceptación incondicional en el matrimonio

Febrero es conocido, entre otras cosas, por su día de los enamorados, pues bien no solo porque en ese día hay que fijarse para que una relación de pareja madure, es necesario algunas cosideraciones como las que os ofrecemos en el siguiente artículo.




Una relación de pareja se torna vacía y sin aliciente cuando nos centramos exclusivamente en lo negativo del otro. Cuando en cada momento le decimos que así no se hacen las cosas o que tiene que esforzarse más en cambiar aquello en donde al parecer se equivoca. Esto sucede en la mayoría de las ocasiones. Mientras que nos dedicamos sin parar en esta misma línea a ver lo negativo del otro, estamos olvidando que la persona que tenemos delante es mucho más que sus errores, y que también tiene muchas otras cosas positivas que paso inadvertido en la mayoría de las ocasiones. Perpetuando esta conducta dentro de la pareja se inicia una escalada simétrica en donde se nos presenta la imagen de un rin en donde uno constantemente parece estar retando al otro.
Lejos de esta opción esa pareja se olvida que un día se prometieron la aceptación incondicional, esa en donde por medio del compromiso asumido en el matrimonio, aceptaban toda clase de condicionantes haciendo mención a “en lo bueno y en lo malo”. Ahí está el riesgo que asumimos cuando se decide formalizar la unión, pues de esa manera queremos a esa persona tal cual es y no a otra. Sin embargo en la terapia de pareja se suele argumentar: “es que el ha cambiado, o es que ella no es la misma”, a no ser que haya una enfermedad mental o ciertas patologías que influyan sobre el comportamiento, el temperamento o nuestra tendencia a comportarnos de una forma determinada será siempre la misma. Por lo cual ¿por que no dejar ser uno mismo?, ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar que haga las cosas de otra manera? O cosas por el estilo, o ¿por que proyectamos nuestras dificultades continuamente en el otro?
Y es que es cierto que me gustaría que mi mujer o mi marido en esta cosa o en la otra actuara más como me gusta a mí, pero de esa manera se le niega la posibilidad de ser quien quiere ser. Negando esa aceptación incondicional de nuevo. Todo esto esta muy relacionado con las propias exigencias de cada uno, así como en las expectativas propias, buscando la perfección deseada. Si que es cierto que esto suele pasar en muchos matrimonios pero cuando pasa se puede hablar y por su puesto lo fundamental perdonar.
El asumir que el matrimonio lleva la aceptación incondicional del otro, lo pude captar en el transcurso de una película donde la protagonista de la misma le decía al chico “se que te voy a fallar, que a veces te voy a hacer daño, tanto que algunas veces te va a doler mucho y se que tu también lo harás, pero te quiero”. A esto me refiero cuando intentamos aceptar al otro, cuando le permitimos ser como es, y de esa manera también a nosotros mismos nos lo permitimos. Por eso intentemos buscar mejor aquello en donde el otro se sienta a gusto por cómo es, valorando sus cualidades positivas y no recalcando continuamente sus fallos o lo que tendría que cambiar.
Lo que si tengo claro es que este artículo me remite una vez más a lo primordial: que para un matrimonio hay que prepararse en un tiempo de noviazgo. Aquel que nos permita madurar personalmente y como pareja, aquel que me ayude a ser más yo y tu a ser más tu y a reconocernos mutuamente en el nosotros.

Mª Del Carmen González Rivas
Psicóloga

lunes, 1 de febrero de 2010

Vínculos participa en Canal Extremadura Radio

Vínculos participó ayer domingo 31 de Enero en el programa de Canal Extremadura radio "Liderando la crisis": un debate entre jóvenes emprendedores extremeños. Para escuchar el programa os añadimos este link.





http://radio.canalextremadura.es/node/34239

Lecciones de un juez: Emilio Calatayud

Emilio Calatayud Pérez ( es un magistrado español, juez de menores de Granada conocido por sus sentencias ejemplares.
Cuando contaba trece años, en 1968, su padre le internó por díscolo en el Colegio Campillos de Málaga, un lugar con fama de estricto correccional; esta experiencia le marcó profundamente y orientó su futura especialización profesional. En 1977 se licenció en Derecho (ICADE) en la Universidad de Deusto. Accedió a la carrera judicial en 1980 y fue destinado a Guimar (Tenerife) como juez de distrito. En 1984 es destinado a los juzgados de Granada y ascendió a magistrado en el año 1987. Se especializó como juez de menores y en 1988 es titular del Juzgado de Menores Único de Granada, donde ejerció como juez suplente de vigilancia penitenciaria. Entre 1993 y 2001 es decano de los juzgados de Granada. En 2007 publica el libro Reflexiones de un juez de menores.

Es famoso por las sentencias curiosas, ejemplares y basadas en la educación más que en el mero castigo. Ejemplos de ellas pueden ser:

*Impartir 100 horas de clases de informática a estudiantes a un joven que había crackeado empresas granadinas provocando daños por 2000 €.
*50 horas dibujando un cómic de 15 páginas, en el que cuenta la causa por la que le condenaban.
*Visitas a la planta de traumatología de Granada por conducir un ciclomotor sin seguro.
*Para un joven que circulaba borracho, visitar durante un día entero a parapléjicos, hablar con ellos y sus familias para elaborar más tarde una redacción.
*Trabajar con los bomberos por haber quemado papeleras.

Con un verbo demoledor, este padre de familia da una lección magistral sobre lo que implica tener hijos.




EDUCACIÓN SEXUAL

De nuevo la educación sexual se pone a debate en nuestros días, desde vínculos os recomendamos este artículo de uno de nuestros colaboradores. El psicólogo Jose Mª Fernández Chavero.


Una de las características de los padres de todas las épocas es que se preocupan por sus hijos y nosotros no vamos a ser menos en un tiempo en el que hay motivos más que sobrados para ello.
A los ya consabidos y no solucionados asuntos del excesivo consumo de alcohol y de drogas por nuestros jóvenes o el creciente fracaso educativo, ahora se añadirán las consecuencias de unas medidas inadecuadas en la vida sexual. Me explico para no caer en vaguedades infundadas que puedan confundir. Somos seres sexuados desde siempre, lo cual es uno de los aspectos más fundamentales y que más nos definen de nuestra vida privada y social desde el mismo momento en el que comienza nuestro caminar como humano.
El sexo es fuente de satisfacción, de amor y de placer y se expresa con diferentes intensidades a lo largo de la vida y es la adolescencia la etapa en la que irrumpe ese inmenso chorro de hormonas descontroladas que desconcierta a quien le ocurre y que da un aspecto de adulto al niño que deja de serlo.
Todas las generaciones han disfrutado de la práctica sexual, de los genitales, del placer físico y anímico del clímax del orgasmo; unas lo han hecho con más sentimientos de culpa que otras y con diferentes grados de pudor. Hasta aquí es fácil estar de acuerdo y para nada hemos tocado el tema moral, no porque me genere problemas el hacerlo, sino porque me preocupa aún más los derroteros educativos por los que nos estamos metiendo por los muchos problemas que conlleva.




¿Hormonas o neuronas?
Que los adolescentes tienen una sexualidad radiante y en muchas ocasiones desbordante no admite discusión posible, que dejar el calentón de las pelvis a su buen discurrir de impulsos y deseos sin más preocupación que ir después a comprar la ‘píldora postcoital o del día siguiente’ es una auténtica irresponsabilidad desde el punto de vista de educación sexual porque la comercialización sin receta médica va a quitar a los médicos la oportunidad de seguir controlando a una población con prácticas sexuales de riesgo a la que se le pueden dar consejos útiles para evitar el uso de este fármaco de forma más continuada. Y esta irresponsabilidad de fomentar una práctica sexual guiada más por las hormonas que por las neuronas es de quien lo hace, pero más de quién lo permite con medidas políticas al margen del sentido común y de la educación.

Sin control
No podemos correr riesgos innecesarios de transmisión de enfermedades sexuales y de dejar a una población como es la de la adolescencia sin control sanitario. Y para terminar esta sin razón de la educación sexual española nos encontramos que niñas de 16 años no necesitan autorización de los padres para interrumpir un embarazo, eso sí, no pueden comprar tabaco ni alcohol de manera legal ni pueden votar en unas elecciones, ni pueden decidir otras muchas cuestiones de la vida cotidiana como entrar en una discoteca o solicitar una vivienda. Es menos problemático elegir a quién votar que tomar la decisión de interrumpir un proceso que dejado libremente tendrá como resultado el nacimiento de un hijo. Parece increíble, pero lo tremendo es que es cierto y alguien tendrá que asumir las graves consecuencias que padeceremos en un futuro cercano, pero esto no se hará porque la culpa siempre la tendrán los otros.

José María Fernández Chavero
Psicólogo clínico y máster en bioética