Emilio Calatayud Pérez ( es un magistrado español, juez de menores de Granada conocido por sus sentencias ejemplares.
Cuando contaba trece años, en 1968, su padre le internó por díscolo en el Colegio Campillos de Málaga, un lugar con fama de estricto correccional; esta experiencia le marcó profundamente y orientó su futura especialización profesional. En 1977 se licenció en Derecho (ICADE) en la Universidad de Deusto. Accedió a la carrera judicial en 1980 y fue destinado a Guimar (Tenerife) como juez de distrito. En 1984 es destinado a los juzgados de Granada y ascendió a magistrado en el año 1987. Se especializó como juez de menores y en 1988 es titular del Juzgado de Menores Único de Granada, donde ejerció como juez suplente de vigilancia penitenciaria. Entre 1993 y 2001 es decano de los juzgados de Granada. En 2007 publica el libro Reflexiones de un juez de menores.
Es famoso por las sentencias curiosas, ejemplares y basadas en la educación más que en el mero castigo. Ejemplos de ellas pueden ser:
*Impartir 100 horas de clases de informática a estudiantes a un joven que había crackeado empresas granadinas provocando daños por 2000 €.
*50 horas dibujando un cómic de 15 páginas, en el que cuenta la causa por la que le condenaban.
*Visitas a la planta de traumatología de Granada por conducir un ciclomotor sin seguro.
*Para un joven que circulaba borracho, visitar durante un día entero a parapléjicos, hablar con ellos y sus familias para elaborar más tarde una redacción.
*Trabajar con los bomberos por haber quemado papeleras.
Con un verbo demoledor, este padre de familia da una lección magistral sobre lo que implica tener hijos.
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